Tu mente está diseñada como un sistema preparatorio para guiarte…

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Ik Ardas
Gurunam Singh

Facebook ImageTu mente está diseñada como un sistema preparatorio para guiarte y ayudarte en la vida. Es un poder que reúne tus recursos y moldea tu comportamiento. Si refinas la mente, sus Facetas y todas sus combinaciones, podrás actuar con efectividad con tu Mente Ejecutiva, tu Mente Creativa, tu Mente Aplicada y cientos de mentes más. Pero es necesario que la entrenes y refines, para acceder a esas Mentes Funcionales que te sirven a ti y a tu alma.

La cosa más maravillosa que puedes hacer es levantarte temprano en la mañana y hacer sadhana, práctica física y espiritual que energiza el cuerpo y refina la mente. La mayoría de la gente se rebela y se vuelve loca ante la idea de levantarse temprano. Existen dos zonas de tiempo especiales, apropiadas para enriquecer tu mente: una en la mañana, de 4:00 a.m. a 8:00 a.m. y la otra al atardecer, de 4:00 p.m. a 8:00 p.m. Son momentos naturales que tienen una marea de energía dentro de ti y en el exterior. A esas horas, el sol y la Tierra se relacionan en un ángulo especial que afecta la mente y la energía.

¿Te has dado cuenta de que mucha gente que bebe, busca una pareja o quiere drogas empieza a buscar en serio, o siente la urgencia de hacerlo, después de las 4:00 p.m.? ¿Por qué necesitan beber? ¿Por qué la gente siente que tiene que tomar drogas? ¿Bebe para relajarse? No. Entonces, ¿por qué toma? Hacen todo esto por el instinto de buscar estimulación. A esas horas sus biorritmos bajan y se sienten irritados. No pueden vivir así y necesitan un cambio. El comer mucha carne aumenta el ácido úrico en el cuerpo y este actúa como un estimulante muy poderoso. Sin embargo, es una fuerza dañina. Agregar licor daña el hígado, no obstante, se siente como un estimulante. Sin estimulación a esa hora la gente se enoja, actúa en forma grosera perezosa y cautelosamente. ¿Por qué? ¿Qué hay detrás de este fenómeno? La causa fundamental es que tu biorritmo básico de energía, tu proyección mental y tu estrategia, no se reflejan al unísono del carácter. Estas zonas son tiempos naturales que cambian tu nivel de energía, tu proyección mental y tu desempeño. Ese es el momento en el que debes dirigir la mente, refinarla y crear una consolidada unisonancia de carácter y proyección.

¿Por qué no utilizas ese momento? ¿Por qué no levantarte en la aurora, en la luz crepuscular del amanecer y prepararte? Sientes el cambio de energía, ¿por qué no elevarte y refinar tu mente y tus facultades? Ni siquiera te levantas para encarar un problema que te molesta. El hecho es que eres parte del cosmos y el cosmos es parte de ti. ¡Tú abres los ojos para enfrentar al universo y todos sus problemas! Y no quieres aceptarlo. Eres tan inseguro para enfrentar la realidad. Reviertes, inviertes y desvías tu mente para no ver.

Cuando abras los ojos, no los abras para ver como enriquecerte. Ábrelos para ver cómo enriquecer a la gente. No los abras para volverte un sabio o acumular conocimiento. Ábrelos para hacer sabios a los demás. Vuélvete pródigo y recuerda que eres parte del Universo. Es el Universo el que debe ser servido por ti y por el legado de tu sabiduría, amor, afecto, dulzura, amabilidad, compasión y cuidado. Entrena tu mente para que se relacione con tu totalidad y actúe sin miedo.

Tu mente vibra y libera tus pensamientos. Es un mecanismo. Shush manaa, el canal central de la columna, se conecta a shahasrara, el chakra de la corona. Cada pensamiento proyectado vibrará mil pensamientos en respuesta y estos irán al cosmos como un registro indeleble. Por cada pensamiento negativo, tienes que enfrentar mil pensamientos negativos. Por cada acción negativa, tendrás que enfrentar el impacto de mil acciones negativas. Pero no conoces tu mente ni sus Facetas. El resultado es que alguien sea rudo con el otro, que alguien dude y desconfíe del otro.

¿Por qué? Por cada falta de respeto tuya, en algún momento, no serás respetado. Esta falta de gracia, esa desconfianza y abuso son un hábito. No entrenaste a tu mente para darte cuenta de que estás aquí sólo durante algunos años y tienes una oportunidad de servir, tocar y dejar un legado para todos. Dios ha confiado en ti y te ha respetado lo suficiente como para darte este cuerpo y poner a dos de ustedes juntos en este enorme mundo. ¿Por qué confiar o no confiar?

¿Vivirás aislado, desconfiando y disminuido? Eso va contra tu naturaleza. El problema no es si vivirás y cuán rico llegarás a ser. El problema es cuánto impacto causas, qué legado dejas, cuánta gracia muestras y cuánta vastedad experimentas. ¿Morirás como una lombriz, escondida en la tierra, donde nadie, ni siquiera tus nietos te recuerden ni te agradezcan? Esa es la decisión. Por eso te encuentras con la mente. ¡Por eso te levantas en la luz crepuscular para convertirte en una luz descomunal!

El hombre, que por la gracia de Dios tiene una cara, pero que no puede o no quiere enfrentar todo lo que le presenta la vida, es la peor de las encarnaciones en esta Tierra. Toda cosa, todo animal, ambos, el cazador y la presa, se comunican uno con otro, excepto el ser humano. Es lo más impactante y sorprendente. ¿Han visto a dos carneros peleando en la montaña? Todos saben que están peleando y que el mejor sobrevivirá. No hay nada subrepticio en eso. Si, como ser humano, entrenas la mente para actuar solapadamente, no tendrás cara y no podrás vivir con gracia. Si alguien llama: “Dile que no estoy en casa, que estoy ocupado”. Gracias a Dios que con esas máquinas contestadoras modernas no tienes que encarar a nadie. Este patrón de miedo y falta de refinamiento mental es llamado Autodestrucción Diagonal. Es un fenómeno mental. Te subes a un pedestal, a un status con apariencia y actúas para dividir todo directamente, en diagonal, hacia abajo. Una vez que haces esto nunca jamás te levantarás otra vez. Así es el mundo. Así es como trabaja el mundo de la mente.

Simplemente abre tus ojos, entrena tu mente y actúa. Tus acciones te dirán cuán lejos o cuán cerca estás de Dios. Sé directo y encara tu propia vastedad infinita. Haz de la vastedad una actitud. No te escondas ni evites la corona de alma y cuerpo que Dios te ha dado. Cualquier persona que no tenga el sentido o la actitud de vastedad, ni el refinamiento mental para ver la vastedad, en cualquier momento y por cualquier razón, prostituirá su propia gracia y perderá vida, liderazgo y legado.

Cuando reconoces tu vastedad, tienes modales. Tu mente apoya tu proyección. La evidencia de esto es el amor. Amor es el poder viviente de la Infinitud. Donde hay amor no hay preguntas. Donde hay una pregunta, no hay amor. Está más allá de tus cálculos y de la corrupción mental. Si dices “Te amo”, eso es todo. Detente ahí, ahí termina el asunto. Pero en realidad tú no amas. Oh, sí, puedes tener amor sexual, sensual, público y social. Tienes el amor al dinero, el amor a esta cosa o aquella otra. Amas cosas para coleccionarlas. Tienes tantos amores. Pero, ¿qué piensas del amor puro y simple, vasto y claro? Ni siquiera puedes sentir que eres el más fraudulento, el más desagradable ser humano, cuando usas la palabra “amor” como carnada en un anzuelo. Ni los animales hacen eso. Al menos ellos son puros, con fuertes pasiones que son francas y simples.

Ahí es donde está tu maldición. Tu mente se encierra en la Mente Negativa todo el tiempo. No está conectada, tampoco refinada. Luego, por reflejo, compites, comparas y te confundes. Ignoras tu impacto real y tu naturaleza, actúas grosera, burda y ofensivamente. Actúas sin autocontrol, sin gracia propia y sin autoestima. Puedes tener muchos títulos, toneladas de dinero* músculos fabulosos y ser agudo y rápido. Puedes ser un súper humano en todos estos aspectos, pero no tendrás modales graciosos superiores porque sigues mentalmente muerto. Si no estableces alguna vastedad en tu actitud, tus hábitos y Facetas, tus miedos y pequeñeces te traicionarán.

Un antiguo dicho nos asegura que si pones a un perro en un trono y colocas una corona en su cabeza, a la primera oportunidad que tenga se bajará a lamer un hueso. No puede evitarlo, es el hábito del perro, así como tus corrupciones son los hábitos de tu mente y de sus Facetas. Si tu mente es burda y apegada a la Tierra y abandonada por ti en las horas de la luz crepuscular, no importa cuántos edificios o cuántos bancos tengas. Con todos tus billones, sólo comerás dos chapatis (tortilla de la India). Y si no cuidas tus dientes y no masticas bien, tendrás problemas estomacales.

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