Cuando el alma estuvo lista para separarse de la fusión…

AdiShaktiNet Music
Ong Sohung Live
Snatam Kaur

Facebook ImageCuando el alma estuvo lista para separarse de la fusión total, Dios le dio la mente y algunas lecciones.

Según cuentan, así fue la historia del viaje del alma: Cuando al alma se le pidió partir, ésta dudó y le preguntó a Dios, “¿Qué pasará si te necesito de repente y no hay tiempo para nada? ¿Qué puedo hacer?” Fue entonces cuando Dios le dio la primera lección al alma diciéndole: “Sólo reconóceme. Di, para ti misma: ‘Yo soy el Dios’”. No hay ninguna separación real entre Dios y tú.
Ahora sólo estás buscando comprenderte y experimentarte como parte de Dios con una exclusiva copropiedad del alma. Sin embargo, todavía quieres ser reconocida por tu forma de peinarte, tu coche, tu esto y tu aquello. Actúas como si estuvieras ciega y fueras una estúpida emocional. Entonces el alma preguntó: “Yo soy parte de Ti y Tú eres parte de mí. Pero ¿qué sucedería si todo ese tiempo y espacio se interpusiera entre los dos? ¿Qué podría hacer?” Dios le dijo: “No te preocupes. Te he dado la mente que es más rápida que el tiempo y el espacio. Tú puedes alcanzarme donde quiera que estés. La mente te servirá de tres maneras. Cuando es neutral reconocerá la verdad. Cuando es positiva te dirá la dirección correcta y lo bueno que se puede hacer. Cuando es negativa te advertirá y protegerá del daño y la maldad”
La mente es tu sirviente para dominar el tiempo y el espacio y para encontrar siempre un camino que te conecte con la Infinitud. Para disponer de esa inteligencia de la mente, repítete:
“Yo soy Tú. Tú eres Yo. Yo soy Tú. Yo soy Vos”. Juega con estas frases. Repítelas con ritmo. Tienen el Naad. Penetran el subconsciente y te recuerdan que no estás ni solo ni separado. Entonces el alma volvió a preguntar: “¿Y qué pasa si me olvido de todo esto? ¿Cómo lo puedo recordar?” Cierra los ojos, habla con certeza y, por el amor de Dios, siéntelo. Dilo valientemente y con todo tu corazón. Cuando estés atrapada en el tiempo y el espacio repite, “Dios y yo, yo y Dios somos Uno”. Cualquier laico puede decirlo. Pon tu mente y corazón en ello.
Nunca estás separado de Dios ni de tu alma. No viniste a este planeta para buscar algo. Viniste para reconocer a Dios y percatarte de tu alma. Ahí es donde tu entrenamiento y las religiones te han fallado. Te lavaron el cerebro para que creyeras que tenías que buscar a Dios o buscar la Verdad, como si no fueras parte de ello y como si no lo tuvieras ya. Yo sé que esto parece estar en contra de toda tradición: cristiana, islámica, hinduista, judaica y hasta budista. Pero eso es lo que has aprendido.
Yogi Bhajan

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *